vendredi 12 septembre 2008

Rain

Los truenos rompían a lo lejos y se acercaban con cautela hasta el lado de mi ventana, anunciando por allí donde pasaban la proximidad de una tormenta y a la certeza de sus mensajes poco tiempo después la lluvia estalló en un juego de luces, sonidos y humedad, incitándome a salir de casa para vivirla en mi propia piel. Al poco rato, sin abrigo ni protección alguna, me acerqué a la cala situada dos casas por delante de la mía, la presión que el agua producía sobre mí tan solo me dejó sentarme en una roca y mirar el magnifico paisaje que ante mis ojos se extendía. Las olas bravas chocaban contra las piedras, con fuerza y ímpetu, mientras la cortina de agua que caía se juntaba con la del mar y los relámpagos eran los que me permitían observar en totalidad, iluminando con una luz azulada como el fuego de gas. Hubiese apostado que era un sueño por la perfección del momento, pero no, no lo era. Los sueños no me hubiesen permitido calarme hasta las costillas.

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